LA HISTORIA DE SAN AUGUSTO OCTOPUS PARTE II

Diez meses después, Augústulo ya está acostumbrado al catolicismo. Es monaguillo y ayuda al padre Mateo Schweinger con la única misa que realizan a la semana el dia sábado en la noche ya que ahí tras el decreto ley 405631 se prohibió la existencia de los domingos con efectos de tener siempre años bisiestos con dias que siempre caigan en el mismo dia.
Augústulo y su amigo Braulio siguen ahí. Ya son diez años y ambos tienen 18, ingresaron al Seminario y quieren ser sacerdotes, obispos, prelados, cardenales, papas y santos. Entre ambos sobornaban al padre Roschild para darse una vuelta por los antros de mala muerte de la Riviera Boliviana (le cambiaron el nombre para atraer mas turistas) y siempre confesarse entre ellos, dejarse un padrenuestro de penitencia y seguir como que no pasó nada. Para ayudar a que el padre Schweinger se controlara en el hábito del alcohol que lo invadía, se encargaban de agotar con borracheras vikingas las existencias de vino de misa, y colocando chicha morada en reemplazo. Y su futuro eclesiástico era brillante.
Pero como no solamente de Dios, pan, vino y sexo vive el hombre, ambos se dedicaron a estudiar paralelo a sus ocupaciones. El (ya) padre Braulio estudió Informática en la universidad de la esquina, mientras que Augústulo (todavía no era párroco) iba a las plazas a discutir con cualquier persona que se le atravesara, siempre de religión y a veces de política. Empezó a convertir a la pequeña ciudad al Cristianismo, y al no entrar los nuevos creyentes en la pequeña habitación donde se llevaba a cabo la Santa Misa, decidió convertir a sus compañeros del Edificio Eclesiástico. Primero, desalojó al Banco de Crédito so pretexto de ser el equivalente de los vendedores de animales en el templo de Jerusalén. Luego, cual Jesús con los maestros de la Ley, convirtió al mismísimo Patriarca de Nuevo Oruro y a los ortodoxos. Tras llevar un pequeño curso de idiomas inexistentes, les llevó la palabra a los Are Krisnar y logro que hablaran en español, todo un acontecimiento. Y poco a poco el Edificio Eclesiástico quedó conformado por los Católicos (comandados por Augústulo), la filial de los ENKDNA2 (quienes eran demasiado testarudos y relajados para cambiarse de religión, aunque de por sí ya eran católicos pero no querían ceder su pequeño bunker por el cual casi ni pagaban alquiler) y los Masones sobre los que nunca llegó a saber nada y no pudo desalojarlos, dado que el alcalde Peppone (haciendo un paralelo con Don Camilo) era un de ellos y el único que podía frenar a los ímpetus transformadores del Padre Augústulo.

LA LLEGADA DEL INTERNET A NUEVA ORURO
Para entonces nuestros protagonistas ya tenían 25 años cada uno. Augústulo acababa de convencer al alcalde Peppone de relevarlo en el cargo, y su primera acción fue permitir el ingreso del Internet, instrumento del que Braulio se valió para subir posiciones en el Vaticano siendo un hacker experto en vaciar cuentas millonarias de bancos suizos, apoderarse de cargamentos de toneladas de cocaina peruana y de destinar las increibles ganancias a su ciudad natal, donde al fin construyeron una Iglesia reglamentaria en la cima del Edificio Eclesiástico


Silueta hecha en el Paint de la Iglesia. Nótese que es más grande y amplia que el área del Edificio y que otorgaba sombra a barrios enteros 20 pisos más abajo.

La institución, como en todos lados, se volvió demasiado política. Reclutaron monaguillos a manera de cónsules y embajadores, adoctrinaron a sacerdotes en las artes capitalistas y se instituyó el culto a la personalidad del ya no alcalde, sino Fuhrer del pais: El Padre Augusto Octopus.
(El cambio de nombre el simple: Augústulo era el nombre del último emperador Romano de Occidente pero como este sujeto se creía Dios no quería ser el final, sino el comienzo de una nueva era, instituir un nuevo orden en el mundo, y en su mente retorcida se comparó a si mismo con San Agustín, quien era un vicioso enfermo y pecador de otras religiones antes de ser el santo que todos conocen y en su mente se convirtió en eso. Lo de Octopus es su apellido)

EL PADRE AUGUSTO OCTOPUS EN EL VATICANO
Como todo obispo con poder, fue invitado a un congreso en el Vaticano al que asistió en compañía de su fiel Braulio (a este punto en la mente de los súbditos estaba en comprobar la homosexualidad del Obispo -ya era- por sus maneras afeminadas, su excesiva delicadeza ocultada tras el mando que ejercía a través de sus gigantes y musculosos guardaespaldas y soldados de la Guardia Real).
Su llegada fue apoteósica: cerca de un millón de personas aguardaban su llegada con cirios encendidos. Aparecería con tres camionetas militares detrás y cuatro adelante, subido en un vehículo pequeño en el que estaba sentado en el techo, protegido con vidrios antibalas y cuatro motociclistas a los costados. La atención que concitó el Obispo que "había erradicado todas las religiones ilegítimas de su país" fue tanta que cuando el propio Sumo Pontífice salió al Balcón para darle la bienvenida, nadie reparó en ello.
La vida del Vaticano, con poder más allá del que podría conseguir en su país, con riquezas mayores de las que el cardenal Braulio administraba en el cártel de Zacatecas, con las posibilidades de ser aquello que siempre deseó estaban al alcance de su mano, y apenas el Papa le hizo una pequeña invitación, la tomó como si fuera el nuevo Jefe de la Guardia Suiza, y para el Cardenal Braulio se destinó el puesto de Jefe de Informática del Vaticano.Viajarían por todo el mundo llevando el mensaje de riquezas, poder y amor.
En esta época surgió su propia Prelatura Personal: el Servicio a Dios, que gracias al apoyo oficial se propagaría por todo el mundo. A sus funciones se agregó el dar conferencias en todo el globo acerca de ser un ejemplo de rectitud a los ojos de Dios, rindiendo a todos a sus pies. Estaba cerca de alcanzar el cielo.

LA MUERTE DEL PAPA
Pero no todo dura para siempre. A fines de ese año falleció el Papa atragantado por comer demasiado caviar negro de golpe. Los funerales fueron fastuosos y se realizó un cónclave para escoger al nuevo. Los candidatos principales eran pertenecientes al Servicio a Dios, salvo un sujeto llamado Asamoah Pike, cardenal de Zaire, quien obtuvo todos los votos de los que odiaban a la organización de los Monarcas de la Iglesia. Este cardenal destacó por su dureza con el mal, y apenas asumió tras el humo blanco y la decepción de los grandes núcleos capitalistas ordenó la excomunión de cerca de 50 cardenales, 890 obispos, 11 320 sacerdotes y más de un millón de "católicos traicioneros con avidez en los ojos, riquezas del mundo en los bolsillos, poder en la mente y savia venenosa en vez de sangre". Augusto Octopus fue maldecido, aislado, exorcisado y condenado al infierno 37 veces. La Iglesia empezó a volver a su lugar.

Pero no contaban con el más poderoso miembro de la directiva por su poder informático: Braulio, quien, contra todo pronóstico, pronto daría una sorpresa...

CONTINUARÁ