Acabo de encontrarme esta infografía sobre Nikola Tesla. Si obviamos el repulsivo tonito reivindicativo "geek" (?) que le pone The Oatmeal, pues me queda un mensaje muy claro.
La Historia ha encumbrado a Thomas Alva Edison como un prolífico inventor, cuando lo único que hizo fue aprovecharse del trabajo de otros de forma impune y salvaje, al mejor estilo de los capitalistas salvajes de la época (Rockefeller, los Vanderbilt, etc). Ahora, veo por muchos lugares a muchas personas que reivindican esa forma de pensar con motes tales como "educación financiera", "capacidad de monetizar el talento" (casi siempre, el ajeno). Veo grandes empresas que no sabemos en qué momento renunciaron a sus ideales de "no ser malvados" para priorizar la ganancia a una verdadera contribución a la sociedad. Veo personas vendiendo formas de vida huecas de forma piramidal, enfocadas a metálicos resultados, a pesar de saber que sin un respaldo de fondo que permita continuar el negocio, prácticamente están estafando a todo aquel que venga después de ellos porque la matemática indica que jamás podrán alcanzar los mismos beneficios. Veo gente que se inserta a un ambiente laboral que aniquila cualquier otro destello de voluntad. Todo por el sucio metal (y las bonitas cosas que te podría comprar).
Una vez asistí a una conferencia donde tuve la oportunidad de escuchar sobre el "craftmanship", la habilidad y el empeño del artesano o del artista a secas, puesta a prueba en cada pequeña obra de arte elaborada. El puro amor a lo que uno hace, en vez de a los resultados y probables beneficios que uno podría obtener. El amor al chicharrón es peligroso, te lleva por donde no quieres y terminas haciendo cosas que no debes. Ya sea por la avidez de una miserable recompensa, o más triste aún, por miedo a un castigo al que te ves expuesto(a) sin saber bien el cómo terminaste ahí. Como cuando te quieren meter la rata con un contrato, una tarjeta de crédito o meterte a la mala a donde probablemente no quieres ir.
Por mi parte, trataré de permanecer al margen y seguir en lo mío. No soy Tesla ni me le parezco, pero creo tener en claro lo que quiero ser. Quiero encontrar lo que me gusta (o redescubrirlo, en caso se me haya escapado), llevarlo al límite, vivir tranquilo y no tener que preocuparme ni de lo que me falte ni de lo que me podría sobrar. Ese bichito llamado "pasión", que hace que a uno no le interese más que lo suyo, esa pasión que sólo algunos privilegiados poseen, es lo que más ansío.
PD: Este post fue copiado íntegramente de mi Facebook.
La Historia ha encumbrado a Thomas Alva Edison como un prolífico inventor, cuando lo único que hizo fue aprovecharse del trabajo de otros de forma impune y salvaje, al mejor estilo de los capitalistas salvajes de la época (Rockefeller, los Vanderbilt, etc). Ahora, veo por muchos lugares a muchas personas que reivindican esa forma de pensar con motes tales como "educación financiera", "capacidad de monetizar el talento" (casi siempre, el ajeno). Veo grandes empresas que no sabemos en qué momento renunciaron a sus ideales de "no ser malvados" para priorizar la ganancia a una verdadera contribución a la sociedad. Veo personas vendiendo formas de vida huecas de forma piramidal, enfocadas a metálicos resultados, a pesar de saber que sin un respaldo de fondo que permita continuar el negocio, prácticamente están estafando a todo aquel que venga después de ellos porque la matemática indica que jamás podrán alcanzar los mismos beneficios. Veo gente que se inserta a un ambiente laboral que aniquila cualquier otro destello de voluntad. Todo por el sucio metal (y las bonitas cosas que te podría comprar).
Una vez asistí a una conferencia donde tuve la oportunidad de escuchar sobre el "craftmanship", la habilidad y el empeño del artesano o del artista a secas, puesta a prueba en cada pequeña obra de arte elaborada. El puro amor a lo que uno hace, en vez de a los resultados y probables beneficios que uno podría obtener. El amor al chicharrón es peligroso, te lleva por donde no quieres y terminas haciendo cosas que no debes. Ya sea por la avidez de una miserable recompensa, o más triste aún, por miedo a un castigo al que te ves expuesto(a) sin saber bien el cómo terminaste ahí. Como cuando te quieren meter la rata con un contrato, una tarjeta de crédito o meterte a la mala a donde probablemente no quieres ir.
Por mi parte, trataré de permanecer al margen y seguir en lo mío. No soy Tesla ni me le parezco, pero creo tener en claro lo que quiero ser. Quiero encontrar lo que me gusta (o redescubrirlo, en caso se me haya escapado), llevarlo al límite, vivir tranquilo y no tener que preocuparme ni de lo que me falte ni de lo que me podría sobrar. Ese bichito llamado "pasión", que hace que a uno no le interese más que lo suyo, esa pasión que sólo algunos privilegiados poseen, es lo que más ansío.
PD: Este post fue copiado íntegramente de mi Facebook.
si, mucha gente acaba traicionando su propio ser por el sucio metal ..... y cuando no se da cuenta ya ha matado su pasión, por eso tanto mediocre
ResponderBorrarYo creo que la mayoría buscamos lo mismo, saludos jocho
ResponderBorrar