(este post lo voy a relatar en perspectiva propia)
Todo comenzó el dia anterior con mi pata el Sanchez con quien fuimos a comprar tela de dos colores (cuales creen??) para hacer banderas bien bonitas. Tras caminar por todo el centro, logramos tenerlas listas (no somos buenos cosiendo así que fuimos donde una costurera en Calle Nueva para que lo hiciera por nosotros). Quedamos despidiéndonos en Jorge Chávez (ya que el vive por un lado y yo por el otro) quedando en encontrarnos en mi casa antes de ir al estadio el sábado.
Ya era el día siguiente, yo estuve escuchando toda la mañana música metal para bajar la tensión (creo que no fue una buena idea), esperando la hora del partido. Hice las cosas que tenía que hacer a la velocidad de la luz (debí dormir un poco más para que la mañana se pasara más lentamente). Esperando la hora, pacientemente.
A eso de las dos de la tarde fonazo al Sanchez para que venga a mi casa más temprano y que compre las entradas porque el estadio va a estar lleno y fácil que no encontramos después ni en revendedor. Salgo de mi casa dos cuarenta para llegar a tiempo. Esperando un rato en el paradero para ver si aparece, minutos de tensión mientras llega. Dos minutos después (que larga la espera!) lo veo aparecer. Saludo de rigor y nos dirigimos al estadio (que está a dos cuadras). Llegamos y hay colas infinitas para entrar, el Sanchez con su entrada a Sur (con la que varias veces habíamos entrado los dos), pasan quince minutos en la cola, avanza medio metro por minuto (muy lento, muy leeeeeeeeeeeeeento) hasta que llegamos a la columna de policías. El primero dice "no puedes entrar ese palo" refiriéndose al palo de escoba que llevo para ondear la bandera. Desamarro ésta última rápidamente, no vaya a ser que no entre. Lo dejo a un costado, mientras los policías siguen hostigando. Vamos a entrar y un sujeto gordo de amarillo dice "entrada personal", no podemos entrar. Le digo al Sanchez "entra tu, yo voy con la barra".
La barra está haciendo otra cola al costado. Me meto ahí porque dicen "vengan los que tienen camiseta", me meto a la cola a la mala, un pata NN me dice "choche, te doy luca y me prestas tu bandera para entrar". Acepto la luca (provisionalmente) mientras pasan varios dirigentes de la barra dando entradas para 2 personas. Con otro pata de la cola juntamos las ocho lucas y conseguimos la entrada. Hacen entrar a un grupo. No llegamos a entrar, mientras que vemos a varios más buscando entrar. La otra cola (la ordinaria) sigue infinita. Al fin vuelven a hacer entrar y entramos al estadio. El pata que tenía mi bandera me la da de vuelta mientras le doy su luca (no voy a cobrar por un préstamo, no?). Entro al fin, y no veo al Sanchez en ningun lado, así que me meto a la barra y empiezo a cantar. No está por ahí, ya lo encontraré en el mediotiempo. Mientras sigo cantando, de repente GOOOOOL!!! todos enloquecen, yo me abalanzo a la malla para gritarlo también, es la emoción total, el estadio entero gritando (salvo Norte), 1-0 y la alegría estalla. Sigo cantando, en una de esas un sujeto a mi costado levanta el brazo de la nada, mis lentes salen volando (al parecer los estrelló) yo asustado corro a recogerlos, cuando los hallo la montura está destrozada, la luna izquierda ya no existe y la derecha (cosa curiosa) está intacta. Siento el pesar, "me van a cagar en mi casa", los recojo, me digo a mi mismo "si el Melgar gana me importa un carajo los lentes" y vuelvo a cantar.
Como tengo una medida demasiado alta, no puedo ver nada del partido (de media cancha hacia allá), con las justas veo lo que pasa en el arco sur. Lamentablemente veo el gol en contra (1-1), todos nos quedamos en silencio 4 segundos, entonces empezamos a cantar más fuerte aún, no importa el gol porque este es nuestro día.
Medio tiempo, al fin encuentro al Sanchez (mejor dicho, él me encuentra), empezamos a hablar del partido (me contó lo que no pude ver), como me gasté todo en la entrada, no tenía ni para compartir una gaseosa. Nos sentamos para descansar un rato. En eso entran nuevamente los árbitros (abucheados por las infinitas faltas que dejó de cobrar).
Comienza el segundo tiempo, Melgar atacando bastante y nosotros cantando a voz alta. Cada vez que pasa algo o la gente empieza a gritar, le pregunto al Sanchez qué sucede en la cancha, y el responde a secas "cambio" o "foul", solamente descifro los aplausos que caen de las tribunas cada vez que el Pipa hace una atajada de lujo o desvía una pelota venenosa.
En eso una jugada confusa, un error visitante y otro GOOOOOOOOOOOOOOOL que emociona a todo el estadio, lo grito como nunca (me lastimé la mano contra el alambrado, no me importa porque, si un par de anteojos rotos no me importan, que va a ser una herida que se regenera gratuitamente?). Y seguimos, todos contentos por el resultado.
Termina el partido y el estadio entero grita y aplaude, gritando ¡AREQUIPA, AREQUIPA! a toda voz. Yo exhausto, pero feliz, aplaudo cuando el equipo saluda a la tribuna donde estamos.
Y a la salida... Sanchez, me llevas a mi jato? Si no me pierdo.
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